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Un escenario es la plataforma adecuada que ha sido preparada para que ocurra un evento específico, es preparar un ambiente para algo que está por suceder, sin embargo en un evento donde se ha preparado un escenario siempre hay dos clases de personas: 1) los que han trabajado en que que el escenario exista y están a la expectativa de que algo va a ocurrir, es decir quien ha trabajado para que ocurra, y 2) también están los que solo están esperando que algo ocurra, y hoy debemos evaluar si somos provocadores o solo expectantes de lo que estamos esperando.

 Aquel que ya nos bendijo en lugares celestiales requiere del escenario perfecto para hacer efectivas esas bendiciones

15 Mas ahora traedme un tañedor. Y mientras el tañedor tocaba, la mano de Jehová vino sobre Eliseo, 16 quien dijo: Así ha dicho Jehová: Haced en este valle muchos estanques. 17 Porque Jehová ha dicho así: No veréis viento, ni veréis lluvia; pero este valle será lleno de agua, y beberéis vosotros, y vuestras bestias y vuestros ganados. 2 Reyes 3:15 RVR1960 Aquel que ya nos bendijo en lugares celestiales requiere del escenario perfecto para hacer efectivas esas bendiciones, es como tener un cheque sin cobrar, no basta solo con entender que somos bendecidos sino que debemos trabajar en alcanzar esas bendiciones y nuestro desafío está en que debemos trabajar en provocar y crear el escenario donde Él pueda moverse, y de la misma manera que aquellos 3 reyes se unen para guerrear y en el desierto se quedaron sin recursos, y cuando consultan al profeta Eliseo el profeta condiciona que no dará palabra si antes no traen un músico que toque el arpa; pues de la misma manera ocurre con nosotros hoy, pues Dios nos enseña que es a través de la alabanza que vendrá la paz en medio de nuestras tormentas, entonces no es que nosotros alabemos cuando las cosas estén bien, sino que incluso previo a que ocurra nuestro milagro sigamos alabando, y sin aun ver nada o sin saber la solución de nuestras angustias debemos alabar para para poder ver el milagro pues El habita y se mueve en medio de la alabanza de sus hijos.

Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel. 4 En ti esperaron nuestros padres; Esperaron, y tú los libraste. 5 Clamaron a ti, y fueron librados; Confiaron en ti, y no fueron avergonzados. Salmos 22:3-5 RVR1960 Entonces la clave está en el poder de alabar y adorar para que Dios obre, pues no hay nada como contar con Él en cada momento de nuestras vidas, pues Él se manifestará mientras la alabanza no cese, porque aunque sabemos que Él es omnipresente, es decir que Él habita en todos lados, debemos comprender que se manifiesta en medio la alabanza de su pueblo, entonces Él condiciona su poder para que nuestra alabanza prevalezca ante las adversidades, y esa es una condición de misericordia pues a través de ello Dios nos invita a ser felices y vivir alabando a pasar de lo que estemos pasando, lo cual también nos desafía a no vivir solo de lo que nos ha sucedido en el pasado, sino a vivir celebrando incluso lo que aún no han visto nuestros ojos.

CONCLUSIÓN: 23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Juan 4:23-24 RVR1960 El ámbito celestial nos da una muestra de donde Dios vive, su palabra nos muestra que ángeles, arcángeles y querubines le cantan día y noche “SANTO, SANTO”, es por ello que nuestra alabanza y adoración no deben estar condicionados a un tiempo en la reunión de servicio o a una hora específica en el día, nuestra alabanza debe estar de continuo en nuestra boca, es decir que no debe cesar, su palabra también nos enseña que “la hora viene” es decir que nos invita a alabarlo por el porvenir y también nos enseña que “la hora es” lo cual nos invita a alabarlo sin importar lo que estamos atravesando pues ese será el PERFECTO ESCENARIO para que ocurra nuestro milagro.